Por Qué Lo Compré: Omega Seamaster Aqua Terra 150M

El dial Omega Seamaster Aqua Terra 150M presenta surcos grabados latitudinalmente de profundidad intermitente rayados a través del dial tridimensional. Un rico lacado y un acabado metálico en forma de rayos de sol en la esfera central llevan a la vista a índices de horas que se asemejan a la proa de un yate. Radialmente alineados, trapezoidales y altos, los índices muestran con orgullo sus arcos facetados con lados pulidos y superficies superiores cepilladas verticalmente.

Las manecillas y los índices están llenos de Super-LumiNova, mientras que la esfera metálica se refleja en los lados de cada uno como un espejismo distante. La esfera imparte una tranquilidad al Aqua Terra que no estaba presente en modelos anteriores y que atribuyo a las líneas horizontales de la esfera. La tranquilidad, una sensación de estar conectado a tierra, se ve reforzada por el cristal de zafiro suavemente abovedado que se mantiene en su lugar mediante un bisel cónico altamente pulido. El logotipo de Omega aplicado a la esfera, cepillado verticalmente en la parte superior y pulido a los lados, se encuentra orgulloso debajo del índice de las 12 en punto (en mi opinión, un índice doble hubiera sido una delicia aquí).

El texto del dial es sorprendentemente conciso, reducido a anunciar que es un Seamaster con un escape coaxial técnicamente avanzado y certificación Master Chronometer. A las 6 en punto hay una ventana de fecha de corte de precisión bien ejecutada con biseles que se extienden hasta el disco de fecha. Y me complace especialmente que el disco de fecha coincida con el color de la esfera.

El estuche se adapta a la actual arquitectura coaxial de replicas de relojes Omega sin demasiada barriga, mientras que el diseño inteligente hace que parezca más delgado de lo que es. Los lados de la losa de la caja están cepillados horizontalmente en un grano grueso, suave al tacto pero de apariencia áspera, lo que le da una sensación muy viva, casi como madera, y proporciona una textura que se puede sentir con la yema del dedo. El estuche presenta las asas de lira de Omega, que, fieles al instrumento homónimo, componen curvas orgánicas que enmarcan el estuche. Las orejetas están pulidas en la parte superior con un cepillado circular en ángulo hacia la pulsera. Todos los cambios de superficie son nítidos y todas las líneas generan tensión visual. Este es un trabajo de diseño finamente detallado que merece un reconocimiento total.

El cierre es un arco dual plegable secuencial con actuadores de botón para su liberación. Hay un logotipo de Omega grabado en el cierre cepillado, y la arquitectura de la parte inferior de los balancines está pulida y curvada para brindar comodidad y operación ergonómicas.